miércoles, 20 de enero de 2010

QUIETO - Luis David Puris Anco


Quieto,

cogiéndome las alas rotas,

aquí fulgurante como el mar

al alba,

a pesar del ocaso,

del olvido

de mi desmemoriada

memoria,

cogiéndome los cojones

cada vez que le compro

salud al sur,

cada vez que

tengo que cambiar mis pantalones.

Quieto,

como Ginsberg en mi pared

apagando cigarrillos en sus brazos,

como tú

cada vez que oyes de la xenofobia

sureña.



0 comentarios: